¿REVOLUCIÓN INDUSTRIAL?

La revolución industrial fue el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico, que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.

¿Por qué comenzó precisamente en Gran Bretaña y no en China?

Según la Teoría de Allen, Inglaterra disponía de una combinación única de factores que permitieron que saltara la chispa. Así, la ruleta de la geografía le había favorecido ya que disponía de abundantes reservas de carbón fácilmente accesibles. Además, por diversas razones, el coste del dinero y, por tanto, la posibilidad de invertir en tecnología era también bastante asequible. Pero quizás más importante todavía era que el coste de la mano de obra era relativamente elevado. En resumen, el elevado coste de la mano de obra, en relación con el coste de la energía y del capital, incentivó la adopción de nuevas tecnologías que ahorraban en trabajo y por tanto hacían rentable la inversión en innovación. Se obtuvo una imagen de Inglaterra como una high wage economy , estaba sustentada en las series de precios y salarios que Allen ha estado recopilando durante años y que muestran que, en el siglo XVIII, el trabajador inglés disfrutaba de unas condiciones materiales muy superiores a las del resto del mundo.

Su modelo también explica cómo la tecnología se difundió a otros países únicamente cuando los precios relativos de la energía, el trabajo y el capital la hacían rentable. Las pequeñas pero numerosas mejoras en los procesos tecnológicos tuvieron un papel decisivo en la difusión de la Revolución Industrial ya que mejoraron la eficiencia de la tecnología reduciendo el consumo de materias primas que eran relativamente caras en otros lugares.

En China ocurrió algo distinto en la segunda mitad del SXIV, nació la dinastía Ming, y durante los tres siglos siguientes fue la civilización más sofisticada del mundo en todos los aspectos, la economía de China se basaba en la agricultura, el 90% del PIB correspondía a cultivos de baja productividad.

A partir del 1520 la tasa de ahorro fue negativa, con la inexistencia de la acumulación del capital. (Nota; si el nivel de ahorro nacional es pequeño, no habrá suficiente disponibilidad de recursos para financiar al sector productivo, por lo que el país debe recurrir a la financiación exterior). A mediados del S. XVII, China cae en una profunda crisis fiscal que fue agudizada por la caída del poder adquisitivo de la plata que motivó una disminución en el valor real de los ingresos tributarios, además hubo una crisis política y demográfica, esta última resultado de un clima riguroso, hambrunas y epidemias, todo esto disminuyo la población China en 35-40%.

La falta de incentivos motivados por la entrada masiva de plata propició a una ausencia de innovación, se estancó el PIB per capital y la masa de capital se redujo, a esto se le añade que existía un mercado de bienes lujos muy concentrado.

En resumen mientras Inglaterra apostaba por una colonización y por el comercio, por ejemplo con la Compañía Británica en las Indias Orientales, la cual fue una compañía privilegiada formada en septiembre de 1599 por un grupo de empresarios ingleses con el propósito de dedicarse al comercio con las Indias Orientales terminando así con el monopolio que ejercían compañías neerlandesas sobre el lucrativo comercio de las especias, en cambio en China y Japón pretendieron intensificar el cultivo de arroz frente al comercio exterior y la productividad cayó.

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